Por Christina Boyes
Diciembre
21, 2015
Traducido
por Oscar Escobar – Enero 13, 2016
Florida,
USA - Gt
Fuente:
How We're Already Geoengineering Our Planet - Real Clear Science - Dec 21, 2015
Cuando la
mayoría de nosotros pensamos en la geoingeniería de la atmósfera, pensamos en
las prácticas intencionales como la siembra de nubes. Sin embargo dos científicos están desafiando
esa idea. Ellos creen que ya estamos haciendo
geoingeniería en los cielos sobre nosotros, aunque de manera accidental. El Dr. Martin Wild de Suiza ETH Zurich y el
Dr. Chuck Long de la NOAA están estudiando el problema desde dos direcciones,
pero sus resultados conducen a conclusiones similares.
Long es
delgado y de mayor edad, con el pelo del color de las nubes que estudia. Pero al
pasar dos minutos hablando con él, uno queda impresionado con su energía
ilimitada y su rostro juvenil. Long
estudia los cristales de hielo en la atmósfera y cómo han cambiado en tamaño y
número con el tiempo. Él no mira las nubes como usted y yo las definiríamos –
él está más interesado en que tan blancos son los espacios entre esas nubes y
si se están volviendo más blancos. El 'Fenómeno Cielo Despejado' (clear sky phenomenon) es
el término usado para describir lo que él está examinando, pero parece que
nuestros cielos 'despejados' a veces no son tan despejados. Eso es más que una cuestión
de estética. El número de cristales de hielo en nuestros cielos 'claros' va en
aumento - y Long cree saber por qué.
En las
décadas hasta e incluyendo los años 1970 y 80, los niveles de contaminantes en
aerosol aumentaron de forma constante. Estas partículas grandes fueron
responsables de fenómenos como la lluvia ácida, enfermedades respiratorias, y
en ciudades como la Ciudad de México, de aves cayendo del cielo. Gracias a los
esfuerzos de todo el mundo, a partir de la década de 1990, los niveles de
contaminación atmosférica industrial se redujo significativamente... pero el
efecto sobre la radiación solar que llega a la superficie fue diferente a lo
esperado si los aerosoles eran la única fuente del brillo. Ese es el misterio que
capturó la atención de Long.
Utilizando
los datos capturados durante décadas de investigación y evaluando
cuidadosamente para asegurarse de que era válida, confiable y obtenida
consistentemente a través del tiempo, Long fue capaz de hacer seguimiento a una
tendencia de brillo gradual que no se correlaciona con los datos de aerosol
para sus sitios de muestreo. Las vías de tráfico aéreo comercial y las estelas
de propulsión a chorro asociadas, sin embargo, se correlacionaron bien. Long ve
una explicación plausible en el depósito de cristales de hielo en las estelas [de condensación de los motores] a chorro
que dejan, después que se disipan, una capa delgada y sin embargo importante de
pequeños cristales subvisuales de hielo [en forma] "cirros".
El estado
actual de la investigación de Long es limitado. Los instrumentos LiDAR más
comúnmente utilizados no son lo suficientemente sensibles como para recoger la
información que necesita durante el día, y no hay ninguna atenuación o abrillantado
para observar por la noche; no hay luz solar. Incluso cuando el LiDAR es lo
suficientemente potente como para recoger los datos que necesita, los
instrumentos no duran décadas, por lo que la consistencia de datos en un problema.
Otros instrumentos plantean problemas similares – los globos meteorológicos con
sensores de humedad, por ejemplo, sólo tiene unos seis segundos para recopilar
los datos que necesita de las capas delgadas de cristales de hielo que dejan
los aviones.
Aunque él
está seguro de que hay mucha investigación que queda por hacer sobre la neblina
de hielo creada por los aviones de propulsión a chorro y otro tráfico aéreo, hay
algo de lo que Long está convencido. "ESTAMOS
cambiando los componentes del sistema climático a través de la actividad de la contaminación*
industrial humana. Sí, efectivamente, la
actividad humana puede y está afectando el clima." Los efectos de algunas
estelas de aviación a chorro pueden parecer insignificantes si tenemos en
cuenta el tamaño y la complejidad de nuestra atmósfera, pero son – así lo cree
Long - claramente visibles en los datos.
El Dr.
Wild de ETH no está restringido por las mismas limitaciones instrumentales como
lo está Long. Su trabajo se centra en 'todo el cielo' “all-sky”, lo que abarca
fenómeno de cielo claro y despejado. En Suiza, el oscurecimiento causado por la
presencia de sulfatos y otros aerosoles en el cielo mantuvo el retroceso de los
glaciares al mínimo durante décadas. Con aire más claro en la década de 1990,
comenzó un rápido deshielo de los glaciares. Hubo considerablemente menos contaminación
del aire, pero también hubo glaciares más pequeños.
La investigación
de Wild, publicada recientemente en la revista Science, detalla las alzas en la
radiación solar total que alcanzan la superficie (es decir, el 'brillo') que él
y sus colegas detectaron, a partir de mediados de la década de 1980. En las décadas
anteriores, se observaron caídas importantes en la cantidad de radiación solar
directa que golpea la superficie de la Tierra. La naturaleza del enfriamiento
de los aerosoles ya se entendía, sobre todo en contextos de la contaminación
muy pesada del aire, muy como se ve en algunas partes de Asia. Lo que es nuevo en la investigación del Wild
es la presencia de un período de brillo después de la tendencia de oscurecimiento
global observado durante las últimas décadas. La limpieza de sulfatos y otros
aerosoles está trabajando, así lo parece. Pero acarrea un precio - más radiación
llegando a la superficie de la Tierra significa más energía en el sistema, por
lo tanto un mayor calentamiento.
Wild está
preocupado por el presupuesto global de energía, y la forma en que la variación
de la luz del sol en la superficie lo afecta a todo, desde el ciclo del agua hasta
la radiación solar. Él no ve ninguna incertidumbre en cuanto a la presencia de
la geoingeniería humana, aunque sea accidental. También entiende la posibilidad
de que su trabajo podría ser malinterpretado por el público en general, como
abogando la contaminación del aire, pero se apresura a declarar que hacer geoingeniería
intencionalmente en nuestra atmósfera vertiendo más aerosoles en ella es una
mala idea.
"Siete
millones de personas mueren cada año como resultado de la contaminación del
aire." Dice él, "A pesar de que vemos una tendencia de enfriamiento
que resulta de los sulfatos y otros aerosoles en la atmósfera, cuando miramos
al hemisferio sur, donde la contaminación de los aerosoles es relativamente
inexistente, hay una tendencia al calentamiento general que se atribuye a los
(GEI) gases de efecto invernadero... Se
necesita contrarrestar ambos. No se puede utilizar uno para compensar por el
otro, y se pueden causar un montón de otros problemas si se entra en ese pacto
con el diablo... No podemos contaminar el aire para compensar por el calentamiento
de efecto invernadero”.
Como Long,
Wild reconoce que su trabajo demuestra una clara relación entre el
comportamiento humano y la cantidad de radiación solar que llega a la
superficie. Los aerosoles que estudia son considerablemente más pequeños que
los cristales de hielo en la investigación de Long, pero ambos realizan
funciones similares. Reducen la cantidad de luz directa que llega a la
superficie, aumentan la cantidad de radiación difusa, y alteran el balance
energético del planeta, algo que tiene implicaciones de largo alcance en
múltiples sectores - desde la producción de energía solar y la energía
hidroeléctrica a la función global del ciclo del agua.
[La compañía] Crayola
podría tener que dar el nombre de 'cielo azul' a un tono más claro si el blanqueamiento del cielo
despejado continúa, pero esa no es la única consecuencia
potencial de este fenómeno. Conforme nuestros cielos crecen más blancos reflejan
más luz hacia el espacio y proporcionan menos energía para los campos de colectores
solares que dependen de la luz solar directa. Los cielos más blancos también pueden
dar lugar a temperaturas más frías.
La
geoingeniería, aunque sea accidentalmente, es una cosa del presente. Los seres
humanos ya están afectando el ciclo hidrológico de la Tierra en formas medibles.
Reconocer un impacto humano en la atmósfera coincide con las propuestas para
reflejar la luz solar para enfriar la Tierra - algo propuesto en los últimos
documentos del Consejo Nacional de Investigación de EE.UU. También le da a los
científicos la oportunidad de estudiar, potencialmente, el impacto de este tipo
de geoingeniería antes de abrazarla activamente como un medio directo para cambiar el calentamiento del clima de la Tierra.
*El texto
en inglés dice “solution” o sea solución, creo que en este contexto quisieron
decir “polution” o sea contaminación.
Otras lecturas:
Sesión de
la reunión de otoño del Sindicato Americano de Geofísica (AGU por sus siglas en
inglés):
A23K-04: Evidence of Clear-Sky Daylight Whitening: Are we already conducting geoengineering?
Evidencia de Blanqueamiento de la luz diurna de cielos despejados:
¿Estamos ya haciendo geoingenieria?
https://agu.confex.com/agu/fm15/meetingapp.cgi/Paper/59257
[press review] Media responses to Charles Long on "Unintentional Geoengineering"
[press review] Media responses to Charles Long on "Unintentional Geoengineering"
Reacciones
de la prensa a la presentación de Charles Long sobre "Geoingeniería
Un-intencional)
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