20 razones por las que la geoingeniería
podría ser una mala idea
Las
emisiones de dióxido de carbono están aumentando tan rápidamente que algunos
científicos están considerando seriamente poner la tierra en terapia intensiva
como último recurso.
Pero, ¿es
este remedio peor que la enfermedad?
Por ALAN ROBOCK
Rutgers University
Vol. 64, No.
2, p. 14-18, 59 DOI: 10 2968/064002006
http://thebulletin.org/2008/may/20-reasons-why-geoengineering-may-be-bad-idea (Requiere
suscripción)
El objetivo declarado de la Convención Marco de las Naciones
Unidas sobre el Cambio Climático de 1992 es la estabilización de las
concentraciones de gases efecto invernadero en la atmósfera "a un nivel
que impida interferencias antropogénicas peligrosas con el sistema
climático." Aunque el marco del convenio no define "peligroso,"
ese nivel ahora generalmente se considera ser alrededor de 450 partes por
millón (ppm) de dióxido de carbono en la atmósfera, la concentración actual es
de aproximadamente 385 ppm (año 2008), frente a los 280 ppm de antes de la
Revolución Industrial.
A la luz del fracaso de la sociedad para actuar concertadamente
para enfrentar el calentamiento global a pesar del acuerdo del marco del
convenio, dos prominentes científicos atmosféricos recientemente sugirieron que
los humanos consideren la geoingeniería - en este caso, la modificación
deliberada del clima para lograr efectos específicos, tales como el
enfriamiento -para abordar el calentamiento global. El premio Nobel Paul
Crutzen , que es muy estimado por su trabajo sobre los daños del ozono y el
invierno nuclear, encabezó una edición especial de Climatic Change de Agosto 2006 con un editorial polémico sobre la
inyección de aerosoles de sulfato en la estratosfera como un medio para
bloquear la luz solar y enfriar la Tierra. Otro respetado climatólogo, Tom
Wigley, siguió con un estudio de factibilidad en Science que abogó por el mismo enfoque en combinación con la
reducción de emisiones.1
La idea de la geoingeniería remonta su génesis a la
estrategia militar durante los primeros años de la Guerra Fría, cuando los
científicos en los Estados Unidos y la Unión Soviética dedicaban considerables
fondos y esfuerzos de investigación para controlar las condiciones
meteorológicas. Algunas teorías primitivas de geoingeniería implicaban represar
el Estrecho de Gibraltar y el Estrecho de Bering a manera de calentar el Ártico,
haciendo Siberia más habitable.2 Desde entonces los científicos estuvieron conscientes de las crecientes concentraciones
de dióxido de carbono atmosférico, sin embargo, algunos han propuesto la
alteración artificial de los patrones climáticos y meteorológicos para revertir
o enmascarar los efectos del calentamiento global.
Algunos esquemas de la geoingeniería tienen como objetivo
remover el dióxido de carbono de la atmósfera, a través de medios naturales o
mecánicos. La fertilización oceanica, donde hierro en polvo se vierte en el
océano abierto para desencadenar la proliferación de algas, la modificación
genética de los cultivos para aumentar la captura biótica de carbono, técnicas
de captura y almacenamiento de carbono como las propuestas para equipar las
centrales de carbón, y la siembra de bosques son algunos ejemplos . Otros
esquemas implican bloquear o reflejar la radiación solar entrante, por ejemplo
rociando agua de mar a cientos de metros en el aire para sembrar la formación de
nubes estratocúmulos sobre el océano subtropical .3
Dos estrategias para reducir la radiación solar entrante--
inyección de aerosoles estratosféricos en la forma propuesta por Crutzen y
escudos solares basados en el espacio (es decir, espejos o cortinas colocadas en órbita entre el Sol y la Tierra), se encuentran entre los
esquemas geoingenieriles más discutidos en los círculos científicos. Si bien
estos sistemas (si es que se pueden construir) enfriarían la tierra, también
pueden tener consecuencias adversas. Varios estudios en el Climatic Change de agosto
2006 discuten algunas de estas cuestiones, pero aquí presento una lista
bastante completa de las razones por las que la
geoingeniería podría ser una mala idea, apuntadas primeramente durante
una conferencia de dos días patrocinada por la NASA sobre la Gestión
(administración) de la Radiación Solar (un título muy audaz) en noviembre 2006.4
Estas preocupaciones abordan incógnitas en la respuesta del sistema climático,
los efectos sobre la calidad de vida humana, y las cuestiones políticas, éticas
y morales planteadas.
1. Efectos en clima regional. Los defensores
de la Geoingeniería a menudo sugieren que las erupciones volcánicas son un
análogo natural inofensivo para la inyección estratosférica de aerosoles de
sulfato. La erupción en 1991 del Monte Pinatubo de la isla filipina de Luzon,
que inyectó 20 megatones de gas de dióxido de azufre en la estratosfera,
produjo una nube de aerosol de sulfato que se dice fue causa de enfriamiento
global durante un par de años sin efectos adversos.
Sin embargo, los investigadores en el Centro Nacional para
la Investigación Atmosférica mostraron en 2007 que la erupción del Pinatubo
causó respuestas hidrológicas grandes, incluyendo reducción de la
precipitación, humedad de suelo, y el flujo de los ríos en muchas regiones.5
Simulaciones de la respuesta del clima a erupciones volcánicas también han
mostrado impactos grandes en el clima regional, pero si éstos son análogos
buenos para las respuestas a la geoingeniería
requiere de investigación adicional.
Los científicos también han visto que erupciones volcánicas
en la zona tropical producen cambios en
la circulación atmosférica, causando , calentamiento en invierno sobre los
continentes en el Hemisferio Norte, así como erupciones en latitudes altas
debilita los monzones asiáticos y africanos, causando reducción en la
precipitación.6
De hecho, la erupción de ocho meses de largo de la grieta
Laki en Islandia en 1783–1784 contribuyó al hambre en África, India, y Japón.
¿Si los científicos y los ingenieros fueran capaces de
inyectar cantidades más pequeñas de aerosoles estratosféricos que las resultantes
de erupciones volcánicas, cómo afectarían a los vientos de verano y modelos de
precipitación?
¿Podrían las tentativas de geoingenieria en regiones
aisladas ser confinadas allí?
Los científicos tienen que investigar estas posibilidades.
En el 2007 en la reunión de la Unión Geofísica Americana, los investigadores
presentaron conclusiones preliminares de varios modelos climatológicos
diferentes que simularon esquemas de geoingeniería y encontraron que ellos redujeron la
precipitación sobre amplias regiones, condenando a cientos de millones de
personas a la sequía.
2. Acidificación del
océano continúa. Si la gente adoptara la geoingeniería como una solución al calentamiento global,
sin restricción contra emisiones de carbón continuas, el océano seguiría tornándose
más ácido, porque aproximadamente la mitad de todo el exceso de dióxido de
carbono en la atmósfera es removido por la absorción del océano.
El océano ya es 30
por ciento más ácido de lo que era antes de la Revolución Industrial, y la acidificación
continua amenaza la cadena biológica oceánica entera, desde los arrecifes de
coral hasta la gente directamente.7
3. Reducción de la
capa de ozono. Las partículas de aerosol en la estratosfera sirven como
superficies para las reacciones químicas que destruyen el ozono en la misma
forma que aerosoles de agua y ácido
nítrico en las nubes estratosféricas polares producen el agujero estacional
de ozono en el Antártico8
Durante las próximas cuatro décadas más o menos, mientras la
concentración de sustancias antropogénicas que reducen el ozono es todavía
suficientemente grande en la estratosfera como para producir este efecto, los
aerosoles adicionales de geoingenieria destruirían aún más ozono aumentando el
daño del flujo ultravioleta a la superficie de la Tierra.
4. Efectos en las
plantas. La luz del sol se disipa a su paso por los aerosoles
estratosféricos, lo que reduce la
radiación solar directa y el aumento de la radiación difusa, con importantes
consecuencias biológicas.
Algunos estudios, incluyendo uno que midió el efecto en los
árboles después de la Erupción del Monte Pinatubo, sugieren que la radiación
difusa permite la fotosíntesis más eficiente en la cúpula de las plantas,
aumentando así su capacidad como sumidero de carbono.9
Al mismo tiempo, la inserción de aerosoles o discos
reflectantes en la atmósfera reduciría la
luz solar total que alcanza a la superficie terrestre. Los científicos necesitan evaluar los impactos
en los cultivos y vegetación natural de las reducciones en el total, difusión,
y la radiación solar directa.
5. Más deposición
ácida. Si sulfato es inyectado periódicamente en la estratosfera, no
importa dónde en la Tierra, la deposición ácida aumentará cuando el material
pase a través de la troposfera- la capa atmosférica más cercana a la superficie
terrestre.
En 1977, el climatólogo ruso Mikhail Budyko calculó que la
tasa adicional de acidez causada por las inyecciones de sulfato seria
insignificantemente mayor que los niveles resultantes por la contaminación del
aire.10
Sin embargo, la cantidad relevante es la cantidad total de
ácido que alcanza al suelo, incluyendo tanto en forma húmeda (lluvia ácida,
nieve y niebla) y la deposición seca (gases ácidos y partículas). Cualquier
deposición ácida adicional perjudicaría el ecosistema, y será importante
entender las consecuencias de exceder diferentes umbrales biológicos. Además,
más partículas ácidas en la troposfera afectarían la salud pública.
El efecto puede no ser grande en comparación con la impacto
de la contaminación en las zonas urbanas, pero en áreas prístinas podría ser
importante.
6. Efectos en las
nubes cirrus. Al caer a tierra las partículas de aerosol inyectadas en la
estratosfera pueden sembrar formaciones
de nubes Cirrus en la troposfera,11 las nubes afectan el balance de
radiación de la Tierra entre el calor entrante y saliente, aunque la amplitud y
hasta la dirección de los efectos no son bien entendidos.
Mientras que evidencia existe que algunos aerosoles
volcánicos forman nubes cirrus, el efecto global no se ha cuantificado.12
7. Blanqueamiento del
cielo (pero agradable puestas del sol). Aerosoles atmosféricos cerca del
tamaño de la longitud de onda de la luz producen un aspecto blanco, nublado del
cielo. También contribuyen a puestas del Sol vistosas, similar a aquellas que
ocurren después erupciones volcánicas.
El cielo rojo y amarillo en El Grito por Edvard Munch fueron
inspirados por las puestas brillantes del Sol de las que fue testigo en Oslo en
1883, después de la erupción de Krakatoa en Indonesia.13
Tanto la desaparición de los cielos azules como el aspecto
rojo de las puestas del Sol podría tener impactos psicológicos fuertes en la
humanidad.
8. Menos sol para
energía solar. Los científicos estiman que tan poco como una reducción del
1.8 por ciento de radiación solar entrante compensaría por un re-doblamiento
del dióxido de carbono atmosférico.
Inclusive esta pequeña reducción afectaría considerablemente
la radiación disponible para los sistemas de energía solar — uno de los
principales métodos alternos para la generación de energía limpia— debido a que
la respuesta de diferentes sistemas a la
disponibilidad de luz solar total es no-lineal.
Esto es verdad especialmente para algunos de los sistemas
más eficazmente diseñados que reflejan o enfocan la radiación solar directa
sobre un punto para el calentamiento directo.14
Después de la erupción del Monte Pinatubo y la erupción en
1982 de EL Chichón en México, los científicos observaron una disminución de
radiación solar directa del 25-35 por ciento.15
9. Impactos
ambientales de su implementación. Cualquier sistema que pudiera inyectar
aerosoles en la estratosfera, por ejemplo, aviones comerciales a propulsión a
chorro con azufre mezclado en su combustible, artillería naval de 16 pulgadas disparando verticalmente
en el aire proyectiles de una tonelada de polvo, o mangueras suspendidas de
globos estratosféricos, causaría un daño ambiental enorme.
Lo mismo se podría decir de sistemas que desplegarían
escudos solares.
El astrónomo de la Universidad de Arizona Roger P. Ángel ha
propuesto poner una flotilla de discos reflectivos de 2 pies de ancho en una
órbita estable entre Tierra y el Sol que redirigiría la luz del Sol alejándola
de la Tierra.16
Pero para enviar al espacio los trillones de discos
necesarios , los ingenieros necesitarían 20 lanzadores electromagnéticos para
disparar los montones de 800,000 discos con misiles cada cinco minutos durante
veinte años.
¿Cuáles serían los efectos atmosféricos del sonido y la
ondas gravitacionales que resultan?
¿Quien querría vivir cerca?
10. Recalentamiento
rápido si se interrumpe la implementación. Una crisis tecnológica, social,
o política podría parar un proyecto de inyección estratosférica de
aerosoles a media implementación.
Un cambio tan abrupto resultaría en recalentamiento rápido
del clima, que produciría mucha más tensión en la sociedad y ecosistemas que un
calentamiento gradual.17
11. No hay marcha atrás.
No sabemos que tan rápidamente los científicos y los ingenieros podrían cerrar
un sistema de geoingeniería — o contener sus efectos — en caso de refrigeración
excesiva del clima debido a grandes erupciones volcánicas u otras causas.
Una vez que ponemos aerosoles en la atmósfera, no podemos
quitarlos.
12. Error humano.
Los sistemas mecánicos complejos nunca trabajan perfectamente.
La gente puede cometer errores en el diseño, fabricación, y
operación de tales sistemas. (Hay que pensar en Chernóbil, el Exxon Valdez,
accidentes de avión, y fuego no hostil en el campo de batalla.)
¿Deberíamos apostar el futuro de la Tierra en arreglos
mucho más complicados que éstos, construidos por el peor postor?
13. Socava la
mitigación de emisiones. Si la gente percibe un arreglo tecnológico fácil al calentamiento
global que permite el “comportamiento como de costumbre,” conseguir la voluntad
nacional (en particular en los Estados Unidos y China) e internacional para
cambiar modelos de consumo e infraestructura de energía
será aún más difícil.18
Este es el argumento más antiguo y más persistente contra la
geoingeniería.
14. Coste. Los
defensores afirman de manera casual que no sería demasiado caro poner en
práctica soluciones geoingenieriles, pero no han habido estudios definitivos de
coste, y las estimaciones de proyectos gubernamentales a gran escala son casi
siempre demasiado bajas (El proyecto “Big Dig” de Boston para re-dirigir una carretera interestatal por debajo de la
ciudad costera, una de las mayores hazañas de ingeniería de la especie humana,
es sólo un ejemplo que quedo atrasado por años
y mil millones sobre presupuesto.)
Ángel estima que su esquema de poner discos reflexivos en
órbita costara “unos cuantos trillones de dólares.”
El cálculo del economista británico Nicholas Stern del coste
de cambio climático como un porcentaje del PBI global (aproximadamente 9
trillones de dólares) está en el mismo vecindario; la estimación del Ángel es
también órdenes de magnitud mayor que la inversión global actual en tecnología
de energía renovable.
¿No sería una inversión más segura y sabia para la sociedad
en lugar poner ese dinero en energía solar, energía eólica, eficiencia
energética, y el secuestro de carbono?
15. Control comercial
de la tecnología. ¿Quién terminaría controlando los sistemas de
geoingeniería?
¿Gobiernos?
¿Compañías privadas manteniendo las tecnologías como
propiedad patentada?
¿Y en el fondo a beneficio de quién?
Estos sistemas podrían presentar problemas análogos a
aquellos que acarrean las compañías farmacéuticas y los conglomerados
energéticos cuyos productos ostensiblemente sirven al público, pero
quienes a menudo valorizan más las
ganancias de los accionistas por encima del beneficio público.
16. Uso militar de la
tecnología. Los Estados Unidos tienen una larga historia de tratar de
modificar el clima con propósitos militares, inclusive induciendo lluvia en la
guerra de Vietnam para anegar las líneas de abastecimiento y perturbar las
protestas de los monjes budistas en contra de la guerra.19
Ochentaicinco países, incluyendo los Estados Unidos han
firmado la Convención Sobre la Prohibición de Utilizar Técnicas de Modificación
Ambiental con fines Militares u Otros Fines Hostiles (ENMOD por sus siglas en
inglés), pero ¿podrían las técnicas desarrolladas para controlar el clima
global ser limitadas por siempre a usos pacíficos?
17. Conflictos con los
tratados actuales. Los términos de ENMOD explícitamente prohíben “utilizar
técnicas de modificación ambiental con fines militares u otros fines hostiles
que tengan efectos vastos, duraderos o graves, como medios para producir
destrucciones, daños o perjuicios a otro Estado Parte.”
Cualquier esquema geoingenieril que afecta negativamente el clima regional,
por ejemplo, produciendo calentamiento o sequía, violaría por lo tanto el
ENMOD.
18. Control del
termostato. ¿Incluso si los científicos pudieran predecir el comportamiento
y efectos ambientales de un dado proyecto geoingenieril, y los líderes
políticos pudieran reunir el apoyo público y financiando para ponerlo en
práctica, cómo convendría el mundo en el clima óptimo?
¿Y si Rusia lo quisiera un par de grados más caluroso, e
India un par de grados más frio?
¿Debería el clima global ser reajustado a la temperatura
pre-industrial o mantenerse constante en la lectura de hoy?
¿Sería posible adaptar el clima de cada región del planeta
independientemente sin afectar a las demás?
Si procedemos con la geoingenieria ¿provocaremos guerras del
clima en el futuro?
19. Cuestiones de
autoridad moral. El calentamiento global en curso es el resultado de la
modificación involuntaria del clima.
Los humanos emiten el dióxido de carbono y otros gases de
invernadero para calentar y refrescar sus casas; cultivar, transportar, y
cocinar sus alimentos; correr sus fábricas; y viajar — no intencionalmente,
pero como un subproducto de la combustión del combustible fósil.
¿Pero ahora que los humanos son conscientes de su efecto en
el clima, tienen ellos un derecho moral para seguir emitiendo gases de efecto
invernadero?
Del mismo modo, ya que los científicos saben que la
inyección estratosférica de aerosol, por ejemplo, podría afectar la eco
esfera ¿tiene la gente derecho para
seguir arremetiendo(¿) sin consideración?
No existe ninguna agencia global que requiera una
declaración de impactos ambientales por geoingenieria.
De este modo ¿cómo deberían los humanos estimar cuanto
control del clima podrían intentar?
20. Consecuencias
inesperadas. Los científicos no pueden de ninguna manera estimar todas las
interacciones complejas del clima o
predecir todos los impactos de la geoingeniería.
Los modelos van mejorando, pero los científicos van
descubriendo que el clima está cambiando más rápidamente que en sus
predicciones, por ejemplo, el sorpresivo y sin precedente grado en que el hielo
Ártico se derritió durante el verano 2007.
Puede ser que los científicos nunca tengan suficiente confianza
en que sus teorías pronostiquen que tan bien los sistemas de geoingeniería
puedan trabajar.
Con tanto en juego, existe razón para preocuparse de lo que
no sabemos.
LAS RAZONES POR LAS QUE LA GEOINGENIERIA podría ser una mala
idea son múltiples, aunque una inversión moderada en la investigación teorética geoingenieril podría ayudar a
los científicos a determinar si es o no es una mala idea. Aun así, es un terreno
resbaladizo: yo no abogaría por experimentos estratosféricos reales en pequeña
escala a menos de que resultados de amplios modelos climáticos puedan mostrar primero
que podríamos evitar, al menos, todas las posibles consecuencias sobre las que conocemos.
Debido a la variabilidad natural inherente del sistema
climático, ésta tarea no es trivial. Después de eso todavía existen incógnitas,
tales como los efectos a largo plazo de los experimentos a corto plazo-los aerosoles
estratosféricos tienen una vida atmosférica
de un par de años.
Resolver el calentamiento global no es un problema técnico difícil.
Como Stephen Pacala y Robert Socolow detallan con su popular modelo de cuña,
una combinación de varias acciones específicas pueden estabilizar las emisiones
de gases de efecto invernadero del mundo, aunque yo no estoy de acuerdo con su propuesta de
utilizar la energía nuclear como una de sus “cuñas.”20
En cambio, el punto crucial de abordar el calentamiento
global es político. El gobierno de EE.UU. le da subsidios multimillonarios al
carbón, petróleo, gas y a las industrias
nucleares, y da poco apoyo a las fuentes de energía alternativa como la energía
solar y poder eólico que podrían contribuir a una solución. Del mismo modo, el
gobierno federal está aplastando los intentos de los estados para mandar la
reducción de emisiones. Si el calentamiento global es un problema político más
de lo que es un problema técnico, se deduce que no necesitamos la geoingeniería
para resolverlo.
La Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático define
“peligrosa interferencia antropogénica " como efectos climáticos involuntarios. Sin embargo, los Estados
deben también considerar cuidadosamente la geoingeniería en sus compromisos a prevenir una peligrosa interferencia
antropogénica con el sistema climático.
Alan Robock es director del programa
de licenciatura en meteorología y
director asociado del Centro para la Predicción Medioambiental en el
Departamento de Ciencias Medioambientales de la Universidad de Rutgers. Este
trabajo es apoyado por la Fundación Nacional de Ciencia.
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Sulfur Injections: A Contribution to
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Warming (2007), available at http://www
.aip.org/history/climate/RainMake.htm;
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at the Ocean Surface,” pp.
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(1990). Keith Bower offers a numerical
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Technique for Global Warming Mitigation Via Albedo-Enhancement of Marine
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Modification.”
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Robock,
“Nuclear Power’s Costs and Perils” (Letter to the Editor), Physics Today, vol.
60, no. 1, p.
14 (2007).
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