Este artículo me parece muy interesante. El autor expone muchos
hechos importantes sobre el desarrollo de la sociedad humana, de cómo la
ciencia y tecnología han jugado, y podrían
todavía jugar, un papel muy importante
en el crecimiento de la sociedad y de cómo podríamos sobrepasar aún más los “límites
naturales de población” de la tierra. Si bien el artículo está enfocado sobre
estos “percibidos” límites ecológicos de
la tierra; la idea principal es que en realidad estos límites no son tan
importantes como la creatividad del ser humano y la manera en que ‘escogemos’
construir la sociedad.
Me hubiese gustado aún más si el autor hubiera tenido oportunidad
de expandir un poco más sobre los límites reales, tecnológicos y sociales. Y de
como hasta ahora, a pesar del éxito de la propagación de nuestra especie, hemos
dejado en el camino a más o menos la mitad de la población a pesar de muchos
avances tecnológicos y sociales. Y talvez de como la tecnología, mal empleada puede ser
un arma de doble filo.
Algo que me llamó la atención fue este párrafo:
“En su apogeo, los
sistemas agrícolas podrían haber sustentado tanto como tres mil millones de
personas en condiciones de pobreza en dietas casi vegetarianas.”
Me llamó la atención especialmente porque de acuerdo a las
estadísticas que muestra Global Issues, casi
un 50% de la población mundial actual, o sea, más de 3.5 mil millones viven cerca
o por debajo de la línea de pobreza. [1] Creo
que no los dejamos solamente en el camino, los hemos dejado viviendo en la
prehistoria.
Estaré en busca o en espera de más artículos de este autor.
Interesantisimo!
Oscar E.
La sobrepoblación no es el problema
Por ERLE C. ELLIS
The New York Times 13 de septiembre 2013
BALTIMORE - Muchos científicos creen que mediante la
transformación de los terrenos naturales del mundo, estamos debilitando los mismos
sistemas de soporte vital que nos sostienen. Al igual que las bacterias en una placa
de Petri, la explosión de nuestros números está llegando a los límites de un planeta finito,
con graves consecuencias. Los desastres amenazan mientras que los seres humanos
superan la capacidad de carga natural de la Tierra. Claramente, esto no podría
ser sostenible.
Esto es una necedad. Incluso hoy en día, he oído a algunos
de mis colegas científicos repitiendo estas y otras afirmaciones - a menudo sin
objeción. Una vez, yo también les creí.
Sin embargo, estas afirmaciones demuestran un profundo desconocimiento de la
ecología de los sistemas humanos. Las condiciones que sustentan a la humanidad
no son naturales y nunca lo han sido. Desde la prehistoria, las poblaciones
humanas han utilizado tecnologías y diseñado ecosistemas para mantener poblaciones
mucho más allá de las capacidades que tienen los ecosistemas "naturales"
no alterados.
La evidencia arqueológica es clara. Nuestros predecesores en
el genus Homo utilizaron estrategias sociales de caza y herramientas de piedra
y el fuego para extraer más sustento de los terrenos que de otro modo sería
posible. Y, por supuesto, el Homo sapiens llego mucho más lejos, aprendiendo a
través de las generaciones, una vez que su caza mayor preferida fue escaseándose
o se extinguió, a hacer uso de un
espectro mucho más amplio de especies. Hicieron esto extrayendo más nutrientes de estas especies al cocerlas y
molerlas, mediante la propagación de las especies más útiles y por la quema de
bosques para mejorar el éxito en la caza y la búsqueda de alimentos
Incluso antes de que la última glaciación terminara, miles
de años antes de la agricultura, las sociedades de cazadores -recolectores
estaban bien establecidas por la tierra y dependían cada vez más de estrategias
tecnológicas sofisticadas para mantener el crecimiento de la población en los terrenos
hacía mucho tiempo transformados por sus antepasados.
La capacidad de carga del planeta para cazadores-
recolectores prehistóricos humanos era probablemente no más de 100 millones.
Pero sin sus tecnologías paleolíticas y
formas de vida, el número sería mucho menos - quizás unas pocas decenas de
millones de personas. El surgimiento de la agricultura permitió el mayor
crecimiento de la población requiriendo prácticas cada vez más intensivas de
uso del suelo para ganar más sustento de la misma tierra vieja. En su apogeo,
los sistemas agrícolas podrían haber sustentado tanto como tres mil millones de
personas en condiciones de pobreza en dietas casi vegetarianas.
La población mundial se estima en 7.2 mil millones. Pero con
las tecnologías industriales actuales, la Organización de las Naciones Unidas
para la Agricultura y la Alimentación ha estimado que las más de nueve mil
millones de personas que se esperan para el año 2050 mientras que la población
se acerca a su punto más alto podría mantenerse siempre y cuando estén en su
lugar las inversiones necesarias en infraestructura y comercio favorable, la lucha
contra la pobreza y las políticas de seguridad alimentaria. ¿Quién sabe lo que será
posible con las tecnologías del futuro? El mensaje importante de estos números
en bruto debe ser claro. En realidad no hay tal cosa como una capacidad de
carga humana. No somos en nada como las bacterias en una placa de Petri.
¿Por qué es que los científicos naturales altamente
capacitados no entienden esto? Mi experiencia es probablemente ilustrativa. Formado
como biólogo, aprendí las matemáticas clásicas del crecimiento de población -
que las poblaciones deben tener sus límites y deben llegar en última instancia
a un equilibrio con su entorno. No pensarlo sería no entender la física: sólo
hay una tierra, por supuesto!
Fue sólo después de años de investigación sobre la ecología
de la agricultura en China, que llegué al punto en que mis observaciones me
obligaron a ver más allá de mis anteojos de biólogo. Incapaz de explicar cómo
las poblaciones crecieron durante milenios al tiempo que aumenta la
productividad de la misma tierra, descubrí a la economista agrícola Ester Boserup, el
antídoto para el demógrafo y economista Thomas Malthus y su teoría de que el
crecimiento de la población tiende a correr más rápido que el suministro de
alimentos. Sus teorías de crecimiento de la población como motor de la
productividad de la tierra explicaban los datos que recababa en formas que
Malthus nunca lo podría hacer. Mientras seguía siendo ecologista, me convertí
en compañero de viaje de aquellos que estudian directamente las relaciones
humano-entorno a largo plazo - arqueólogos, geógrafos, historiadores medioambientales
y economistas agrícolas.
La ciencia del sustento humano es intrínsecamente una
ciencia social. Ni la física, ni la química, ni siquiera la biología es
adecuada para comprender cómo ha sido posible para una especie el reformar ambos su propio futuro y el
destino de todo un planeta. Esta es la ciencia del Antropoceno. La idea de que
los seres humanos deben vivir dentro de los límites naturales del medio
ambiente de nuestro planeta niega la realidad de toda nuestra historia, y más
probablemente del futuro. Los seres humanos son creadores de nichos.
Transformamos los ecosistemas para sostenernos. Esto es lo que hacemos y
siempre lo hemos hecho. La capacidad de
carga humana de nuestro planeta emerge de las capacidades de nuestros sistemas
sociales y nuestras tecnologías más que de cualquier límite ambiental.
Hace doscientos mil años empezamos por este camino. El
planeta nunca será el mismo. Es hora de que todos nosotros despertemos a los límites
que realmente enfrentamos: necesitamos mejorar los sistemas sociales y
tecnológicos que nos sustentan.
No hay ninguna razón ambiental por la cual las personas
pasen hambre ahora o en el futuro. No hay necesidad de utilizar más tierra para
sostener a la humanidad - el aumento de productividad de la tierra utilizando
tecnologías existentes puede aumentar los suministros mundiales, e incluso
dejar más tierra para la naturaleza - un objetivo que es a la vez más popular y
más posible que nunca.
Los únicos límites a la creación de un planeta del que las
generaciones futuras estarán orgullosos son nuestra imaginación y nuestros
sistemas sociales. Al avanzar hacia un mejor Antropoceno, el medioambiente será
lo que nosotros hagamos .
Erle C. Ellis es profesor asociado de sistemas geográficos y
ambientales en la Universidad de Maryland, Condado de Baltimore, y profesor
asociado visitante en la Graduate School of Design de Harvard.
Original:
Overpopulation Is Not the Problem
By ERLE C.
ELLIS
September
13, 2013
http://mobile.nytimes.com/2013/09/14/opinion/overpopulation-is-not-the-problem.html?from=opinion&WT.z_mob_rel=1
Mi referencia:
[1] Poverty Facts and Stats
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